Holaaaa, ¿cómo están? Espero que se encuentren muy bien y que estén teniendo un día increíble.
Quizá ya se imaginen por donde irá el post de hoy con el título, si no entienden la referencia les explicaré lo más breve posible:
El síndrome del cangrejo mexicano es un concepto que, se dice, fue desarrollado por Sigmund Freud, quien se inspiró en una ida a la pescadería, donde encontró un señor vendiendo cangrejos vivos en una cubeta. Había 3 cubetas, con cangrejos americanos, cangrejos japoneses y cangrejos mexicanos. De las 3 cubetas, solo la de los cangrejos mexicanos estaba sin tapadera.
El vendedor explicó que si no tapaba a los cangrejos americanos, empezaba uno a escalar hasta que por esfuerzo propio saltara de la canasta y se escapara… con los cangrejos japoneses.
Con los cangrejos japoneses era similar, cuando uno se quiere escapar, empieza a apoyarse en los demás, y éstos van empujándolo hacia arriba apoyados en otros y así sucesivamente, de tal manera que se forma una pirámide hasta el borde y entonces el cangrejo se escapa.
En cambio, los cangrejos mexicanos cuando uno está tratando de sobresalir, entre todos se encargan de jalarlo para abajo.
Dicho esto les daré la razón por la que escribo esto, hace unas semanas estuve en el programa de Pamboleras que transmite en Facebook, recibí muchos comentarios de parte de mis amigos y familiares acerca de mi participación, afortunadamente la mayoría buenos y positivos, pero hubo uno, de una persona que es muy importante para mi (no diré nombres) que me dio a entender que ya me creía mucho por haber hecho eso.
Mi reacción al leer eso fue de asombro total, porque mi intención de compartir mi experiencia no fue con el afán de presumir o algo parecido, simplemente compartirlo porque fue muy importante para mi.
A lo largo de mi vida, me he dado cuenta de que hay gente a la que le pesa muchísimo ver que alguien está progresando, que le está yendo bien o que se ve feliz. Y le pesa tanto que a través de malos y desalentadores comentarios esperan que la otra persona se desanime y desista de lo que está haciendo. Nunca he entendido qué es lo que genera eso, que todos conocemos como envidia, si cada quien es capaz de realizar cosas que lo hagan sentir bien y orgulloso de sí mismos.
No me voy a enfrascar en juzgar a esas personas, lo que quiero es invitarlos a que no seamos así. ¿Cómo? Si alguno de tus seres queridos está emprendiendo un negocio, consume lo que produce o vende, hazle comentarios, opiniones u observaciones que le ayuden a mejorar. Si, quizá, lo que vende no es bueno o no te gusta, no hagas comentarios hirientes, tipo "eso está horrible", "esto sabe asqueroso" o "se ve muy feo". Hay maneras de decir las cosas, en las que puedes expresar que no te agrada e incluso puedes hacer una sugerencia, pero de la mejor forma.
Otro ejemplo es, cuando ves a alguien que se animo a dejar todo lo "seguro" en su vida por perseguir sus sueños; si esta en tus posibilidades echarle la mano HAZLO! Simplemente con porras puedes animar a la persona a seguir y no dudar de el mismo.
Hace poco fui a un taller, en el que nos ponían la metáfora del ruedo y la grada. La gente del ruedo es la que se anima a hacer lo que los demás no hacen: perseguir sus sueños, emprender, etc. y la gente de las gradas es la que se queda en su zona de confort o que se dedica a cumplir las expectativas y sueños que tienen los demás de ellos. Nos explicaban que generalmente los malos comentarios vienen de la gente que está en la grada, que muy pocas veces (o nunca) recibes comentarios negativos de los que te acompañan en el ruedo y es por una razón: ellos entienden que te estás enfrentando tus miedos, a tu familia, al que dirán, al la posibilidad de fracasar, etc por estar ahí; lo entienden porque ellos, de alguna manera, también lo están viviendo.
Entonces, si no quieres o no puedes estar en el ruedo, tampoco seas un critico de las gradas.
Todo esto está muy relacionado a lo que hace poco les comentaba de la actitud con la que enfrentas la vida, si le das a la gente que te rodea buena vibra y actitud positiva eso recibirás. Con ese tipo de pequeñas acciones, que no te cuestan absolutamente nada, creas que la gente también te tire buena onda. En cambio, si eres mala onda puedes generar que la gente sea así contigo y nadie le gusta eso. Porque como decía mi abuelo materno, todavía de que son lo que son se ofenden jajaja.
En resumen: sean buena onda con todos, quizá no sea la mejor manera de decirlo pero incluso háganlo aunque sea por conveniencia jajaja no sabes cuando vas a necesitar del otro.
Ahora, si en su vida se topan con algún cangrejo, no le den importancia. Reciban los comentarios, desglosen si es para tomar en cuenta o no, y denle la vuelta. Nunca se pongan a su altura, porque seguramente ellos ya tienen más experiencia en ser así y será cuento de no acabar.
Bueno amigos, espero que les haya gustado el post,
gracias por visitar mi blog,
nos leemos pronto.
Rosalba Huitron
@hurOope
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